Planear una ceremonia en una de las edificaciones más emblemáticas del centro histórico de La Habana, el Palacio del Segundo Cabo fue el reto mayor de esta boda de destino. La Habana Vieja es de esos lugares que quienes visitan Cuba siempre quieren conocer y a esa magia no escaparon los novios que deseaban para sus invitados una experiencia única.
El protagonismo absoluto en esta boda fue para el diseño floral. El espacio exterior del Palacio acomodó toda la ceremonia que pudo ser disfrutada también, desde lejos, por los visitantes de una de las plazas más concurridas de la ciudad. La paleta de color en la que predominaron los azules, la propuesta de sillas transparentes y los muros originales de la edificación, conspiraron para lograr ese aire atemporal y romántico.
El recorrido de los invitados por las calles de La Habana vieja, acompañados por zanqueros, músicos y muchísimo colorido fue otro de los momentos más especiales del día. Al salir de la ceremonia, los novios bailaron junto a sus invitados en calles empedradas, cargadas de muchísima historia.
La recepción de esta boda de destino, en la terraza y jardines de La Divina Pastora fue el cierre perfecto de la tarde. La ambientación elegante de la cena se integró perfectamente a la decoración de la fiesta en el jardín. Música cubana, vista impresionante a la noche habanera y un rincón para fotos en el que los recién casados y sus invitados pudieron recrear el escenario ideal para las memorias de su día feliz.
Coordinación, deco y flores por Aire de Fiesta Cuba
Ceremonia: Palacio del Segundo Cabo
Recepción: La Divina Pastora
Fotos: Ivan Botello/ Estudio Aires
