Victoria y Guilherme,
Boda de destino en La Habana
Victoria y Guilherme,
Boda de destino en La Habana
Hay algo verdaderamente mágico en las bodas de destino, y aún más cuando ese destino es Cuba. Más allá de su belleza arquitectónica e histórica, es su identidad cultural lo que las parejas como Victoria y Guilherme desean ver reflejado en su día especial. Ellos, que se comprometieron en Cuba, no dudaron en regresar para casarse aquí, queriendo compartir con sus invitados una experiencia tan increíble como la que ellos vivieron en nuestro país. Esta visión, crear momentos inolvidables que celebren la esencia cubana, es siempre nuestro punto de partida al organizar una boda de destino en Cuba.
Getting Ready en el Hotel Manzana Kempinski
Victoria y Guilherme eligieron el lujoso Hotel Manzana Kempinski para prepararse en su gran día. Este icónico hotel, con su ubicación privilegiada en el corazón de La Habana, ofreció el ambiente perfecto para compartir momentos íntimos con sus personas más cercanas. Victoria vivió un emotivo first look con sus damas, lleno de complicidad y alegría, mientras Guilherme brindaba con sus amigos en una celebración anticipada.
Victoria deslumbró vestida con un elegante diseño vintage de Lorenzo Caprile, acompañado de un sombrero que destacaba su estilo peculiar. La influencia vintage, característica de los diseños de Caprile, encajó perfectamente con el encanto de La Habana, cuyo estilo atemporal fue también nuestra inspiración para cada detalle de la boda.
Victoria y Guilherme
Ceremonia llena de simbolismo
El Palacio de los Matrimonios de Prado, inaugurado en 1914 como sede del Casino Español de La Habana, es un edificio que combina historia y arte. En 2011, su majestuoso salón principal fue restaurado y convertido en la Sala de Conciertos Ignacio Cervantes, la cual cuenta con una acústica considerada la mejor de Cuba. Sugerimos a los novios que la música de la ceremonia tuviera un papel destacado.
La entrada de Victoria, acompañada por una orquesta de instrumentos clásicos y el imponente piano de cola del salón, fue uno de los momentos de más impacto que hemos vivido como organizadores de bodas. Cada nota resonó con fuerza, añadiendo dramatismo a un momento cargado de simbolismo, ya que Victoria, quien llegó acompañada por sus padres, caminó junto a ellos hasta la entrada del camino, continuando sola, simbolizando así ese tránsito que todos en algún momento realizamos en nuestras vidas.
Para la ceremonia, diseñamos un arreglo floral en forma de medio círculo, un símbolo importante para la pareja que representa unidad y continuidad.
La Guarida: Un Toque Nostálgico y Vintage
Victoria, Guilherme y sus invitados llegaron a La Guarida en una caravana de carros antiguos, lo que añadió otro toque vintage. La Guarida fue siempre el lugar soñado; les fue imposible visitarla en su primera estancia en Cuba, pero sabían que su boda debía celebrarse allí. La espera valió la pena, y la noche estuvo llena de momentos inolvidables.
A su llegada, fueron recibidos por músicos “callejeros” tocando una conga, un vibrante inicio para una celebración cargada de energía, ritmo y emoción.
El cóctel previo a la cena se celebró en lo que fuera el salón principal de este palacete construido en 1913. La icónica escalera señorial, uno de los rincones más fotografiados de La Habana, y de la boda, se adornó en estilo greenery, así como los portones de salida al balcón. El diseño floral, con mucho follaje autóctono, fue protagonista en este espacio, lo que lo convirtió en uno de los preferidos por Victoria y sus invitados.
Para la cena, los invitados ocuparon todos los salones de La Guarida, disfrutando de la experiencia culinaria que hace famoso este restaurante. La decoración de las mesas fue sutil, con auténticos quinqués vintage junto a pequeños ramitos de eucalipto y rosas blancas, complementando perfectamente el estilo del lugar.
La fiesta continuó en la terraza superior. La música en vivo volvió a ser protagonista de una noche llena de energía, baile, puros y cócteles. El espacio fue el escenario perfecto para cerrar una celebración que reflejó el espíritu fiestero que identifica tanto a Cuba como a Brasil.
Wedding planner: Luciana Krizanowski
Coordinación de boda en Cuba, decoración y flores por Aire de Fiesta Cuba
Fotos: Marcel Kriegl
MUA: Michel Rego
Ceremonia: Palacio de los Matrimonios de Prado
Recepción: La Guarida
Hay algo verdaderamente mágico en las bodas de destino, y aún más cuando ese destino es Cuba. Más allá de su belleza arquitectónica e histórica, es su identidad cultural lo que las parejas como Victoria y Guilherme desean ver reflejado en su día especial. Ellos, que se comprometieron en Cuba, no dudaron en regresar para casarse aquí, queriendo compartir con sus invitados una experiencia tan increíble como la que ellos vivieron en nuestro país. Esta visión, crear momentos inolvidables que celebren la esencia cubana, es siempre nuestro punto de partida al organizar una boda de destino en Cuba.
Victoria y Guilherme
Getting Ready en el Hotel Manzana Kempinski
Victoria y Guilherme eligieron el lujoso Hotel Manzana Kempinski para prepararse en su gran día. Este icónico hotel, con su ubicación privilegiada en el corazón de La Habana, ofreció el ambiente perfecto para compartir momentos íntimos con sus personas más cercanas. Victoria vivió un emotivo first look con sus damas, lleno de complicidad y alegría, mientras Guilherme brindaba con sus amigos en una celebración anticipada.
Victoria deslumbró vestida con un elegante diseño vintage de Lorenzo Caprile, acompañado de un sombrero que destacaba su estilo peculiar. La influencia vintage, característica de los diseños de Caprile, encajó perfectamente con el encanto de La Habana, cuyo estilo atemporal fue también nuestra inspiración para cada detalle de la boda.
Ceremonia llena de simbolismo
El Palacio de los Matrimonios de Prado, inaugurado en 1914 como sede del Casino Español de La Habana, es un edificio que combina historia y arte. En 2011, su majestuoso salón principal fue restaurado y convertido en la Sala de Conciertos Ignacio Cervantes, la cual cuenta con una acústica considerada la mejor de Cuba. Sugerimos a los novios que la música de la ceremonia tuviera un papel destacado.
La entrada de Victoria, acompañada por una orquesta de instrumentos clásicos y el imponente piano de cola del salón, fue uno de los momentos de más impacto que hemos vivido como organizadores de bodas. Cada nota resonó con fuerza, añadiendo dramatismo a un momento cargado de simbolismo, ya que Victoria, quien llegó acompañada por sus padres, caminó junto a ellos hasta la entrada del camino, continuando sola, simbolizando así ese tránsito que todos en algún momento realizamos en nuestras vidas.
Para la ceremonia, diseñamos un arreglo floral en forma de medio círculo, un símbolo importante para la pareja que representa unidad y continuidad.
La Guarida: Un Toque Nostálgico y Vintage
Victoria, Guilherme y sus invitados llegaron a La Guarida en una caravana de carros antiguos, lo que añadió otro toque vintage. La Guarida fue siempre el lugar soñado; les fue imposible visitarla en su primera estancia en Cuba, pero sabían que su boda debía celebrarse allí. La espera valió la pena, y la noche estuvo llena de momentos inolvidables.
A su llegada, fueron recibidos por músicos “callejeros” tocando una conga, un vibrante inicio para una celebración cargada de energía, ritmo y emoción.
El cóctel previo a la cena se celebró en lo que fuera el salón principal de este palacete construido en 1913. La icónica escalera señorial, uno de los rincones más fotografiados de La Habana, y de la boda, se adornó en estilo greenery, así como los portones de salida al balcón. El diseño floral, con mucho follaje autóctono, fue protagonista en este espacio, lo que lo convirtió en uno de los preferidos por Victoria y sus invitados.
Para la cena, los invitados ocuparon todos los salones de La Guarida, disfrutando de la experiencia culinaria que hace famoso este restaurante. La decoración de las mesas fue sutil, con auténticos quinqués vintage junto a pequeños ramitos de eucalipto y rosas blancas, complementando perfectamente el estilo del lugar.
La fiesta continuó en la terraza superior. La música en vivo volvió a ser protagonista de una noche llena de energía, baile, puros y cócteles. El espacio fue el escenario perfecto para cerrar una celebración que reflejó el espíritu fiestero que identifica tanto a Cuba como a Brasil.
Wedding planner: Luciana Krizanowski
Coordinación de boda en Cuba, decoración y flores por Aire de Fiesta Cuba
Fotos: Marcel Kriegl
MUA: Michel Rego
Ceremonia: Palacio de los Matrimonios de Prado
Recepción: La Guarida
¿Por qué los novios se escriben cartas?
Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.
Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.
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